Yo creo que a veces las clases representan una función cinematográfica, si "la película es intersante" la sala se llena (y la gente participa), si la película no motiva pueden estar apáticos o ni siquiera venir. Antes de pensar que los alumnos no tienen inerés, pienso que a veces somos los docentes los culpables de lo que pasa en los alumnos. Por supuesto que no creo que sea el único motivo: cuestiones de superposición de materias, necesidad de trabajar, tal vez la propia carrera no está estructurada de forma motivante, déficit en la formación media, etc.
Hola Pascual!!
ResponderEliminarCreo que como bien decís se combinan muchos factores.
A veces tenemos alumnos super motivados y docentes que los desaniman. Otras veces tenemos docentes geniales y creativos y alumnos que van a clase "porque tienen que ir" (porque toman asistencia, etc).
Me parece que la cosa no es unilateral. Uno puede poner el mayor de los esfuerzos pero el alumno tiene que poner de sí para que la cosa funcione.
Creo que el secreto es que el docente no caiga en la rutina, cuando va a la clase por obligación, ahí sonamos...
Muy interesante tu planteo Pascual!
Saludos, Claudia Gioscio.